Cuando regresó a casa, Paige descubrió que iba a tener un hijo del príncipe…
Sola y asustada en las oscuras calles de Moscú, la seria y responsable Paige Barnes no tuvo más remedio que obedecer la orden del apuesto extraño que le pedía un beso.
No sabía que estaba siendo rescatada por Alexei Voronov, un príncipe ruso y el mayor adversario de su jefe.
Al encontrarse con Paige, Alexei decidió jugar a una ruleta rusa emocional para mantenerla vigilada y descubrir lo que ocultaba. Pero en su espléndido palacio, el juego se le escapó de las manos y la pasión por ella lo abrumó hasta hacerle perder la cabeza…