El propósito de Dios es que la vida de los cristianos y de la iglesia sea diferente a la vida de los inconversos. Los cristianos y la iglesia deben ser «sal y luz». Preparar a líderes espirituales que tengan la gracia, la credibilidad y la sabiduría para lograr tales cambios demanda más que transmisión de conocimientos. Equipar para un ministerio transformador requiere una experiencia divinamente empoderada y educacionalmente planificada que lleve a la transformación en las vidas de los estudiantes.
Educación ministerial que transforma une el conocimiento teológico y la investigación educacional para apoyar métodos prácticos alineados con fines transformadores. La experiencia del autor con los talleres de Asociados Globales para la Educación Transformacional (GATE) y el impacto que han tenido en la formación de la educación con este enfoque, dan testimonio de que este no es un simple llamado al cambio, sino una metodología probada y analizada, que es crucial para la educación teológica.