La poderosa familia Dembora, al servicio de la diosa del Égregor, ha ampliado las fronteras de su vasto imperio tras colonizar la mayor parte de las tierras de Onhyria durante más de diez años de guerras. Ahora, en periodo de paz, Runus Dembora debe nombrar a cinco Duques que lo ayuden a gobernar los nuevos territorios conquistados, para lo cual contará con la incondicional ayuda de su compañero de batalla y leal amigo, Úlfur Cara de Hierro, su alcaide en la ciudadela de Maldivia.
La aparición de la orden secreta de los Ignanimae, sin embargo, amenaza con truncar sus planes. Liderados por un profeta que se hace llamar Kerión, los Ignanimae pretenden destruir el imperio de los Dembora y encontrar a los Eternos. Y para lograrlo, serán capaces incluso de robarle al Guardián del Destino un objeto sagrado que, en manos de efímeros, puede comprometer gravemente al Equilibrio.