Hermione! —gimió Ron.
Hermione yacía completamente inmóvil, con los ojos abiertos y vidriosos.
—Las encontraron junto a la biblioteca —dijo la profesora McGonagall—.
Supongo que no podéis explicarlo. Esto estaba en el suelo, junto a ellas…
Levantó un pequeño espejo redondo.
Harry y Ron negaron con la cabeza, mirando a Hermione.