Un ángel homicida. Una niña santa. Una trama que no da respiro en un cielo infernal.Como en Alicia en el País de las Maravillas, Matar a la niña nos arroja a un mundo al revés. Un cielo decadente construido para la Niña Santa que no deja de observarlo. Un ángel que lo habita concibe la idea de Matar a la niña, la aparente culpable de este mundo de pesadilla que se sostiene como escenario para ella y su mirada. Con ironía y humor corrosivo, la autora, nos introduce en un universo donde la línea entre el bien y el mal es difusa y donde ni la más laberíntica burocracia celestial podrá detener esta cruzada épica.