—Porque está enamorada, Lilah. En Styx ha encontrado la pieza que le faltaba a su alma. —Suspiró y, con una sonrisa triste, continuó—: Deberíamos rezar para ser bendecidas del mismo modo. Para encontrar a alguien que nos ame sin reservas y nos proteja de todo mal. Desde niñas nos han obligado a estar con hombres que no amábamos. ¿No te gustaría disfrutar de las atenciones de un hombre al que tú hayas elegido? ¿Un hombre que te quiera para algo más que para un intercambio divino?