«Hay una presunta declaración del cineasta Jean-Luc Godard en la que él atribuye: al microscopio, la cualidad de captar lo infinitamente pequeño; al telescopio, la de captar lo infinitamente grande; y por último a la cámara, la de captar lo infinitamente mediano. Esa reflexión caprichosa sobre el cine también podría aplicarse, de manera ajustada y oportuna, a la narrativa de Sergio Gaiteri.
Los personajes “serranos” de La vertiente no resultan ser tan diferentes de los “urbanos” de libros anteriores. ¿Será que el corredor de Punilla se parece cada vez más a un suburbio del Gran Córdoba? Tal vez. De lo que no hay duda es que esas existencias cotidianas gravitan en un terreno literario tan alejado de los mitos metropolitanos como de los campestres. Un nivel medio imperturbable, y a la vez perturbador.” (Adrian Savino)