¿Fueron noches plagadas de pesadillas? Quizá sí entendieron que, en realidad, la belleza y el significado no tenían nada que ver la una con el otro. Quizá vivieron como auténticos artistas, sabiendo todo el tiempo que no había puertas al paraíso. Ninguna creación ni ningún sacrificio llevarían a nadie al cielo. O quizá sí.