Este libro significa una inversión radical del pensamiento ordinario sobre la búsqueda de la seguridad. El autor plantea la pregunta: ¿cómo vivir en un mundo de inseguridad? ¿en un mundo privado del consuelo de las tradicionales creencias religiosas? Y la respuesta la encuentra en la ley de la retrocesión: los seres humanos sufren y perecen debido a los esfuerzos mismos que hacen por no sufrir y por no perecer.
Ya lo expuso Lao-tzé, el viejo maestro del pensamiento paradójico. «Quienes se justifican, no convencen». «Para conocer la verdad hay que liberarse del conocimiento». «Nada más poderoso que el vacío».
No es una filosofía del nihilismo sino al contrario: es una llamada a vivir el presente sin la ansiedad generada por el espejismo del tiempo y de la historia. Es una filosofía, evidentemente taoista, que enseña que la salvación comienza cuando uno asume no hay «salvación», y que la seguridad surge cuando uno asume su más radical inseguridad.
Escrito en estilo lúcido y ameno, este libro de Alan Watts posee inagotable acutalidad en nuestra época de incertidumbre y crisis.