Negada por la crítica tradicional, que la consideraba un producto periférico (o un remedo de lo que se hacía en Estados Unidos o Europa), los últimos quince años han sido plataforma de visibilidad para la ciencia ficción peruana. Ella existe y cuenta con grandes referentes. Esta antología crítica no pretende constituirse en última palabra ni fijar un canon definitivo.
Se han incluido nombres asociados desde siempre a esta escritura reflexiva en torno a la humanidad, como Del Portillo, C. Palma, Adolph, E. Alarco, Prochazka, Herrera, Donayre Hoefken o Salvo. Y se ha concedido un espacio a autores valiosos que la han cultivado, a pesar de no incursionar permanentemente en este terreno, como Belevan y Freire. Los jóvenes nacidos después de 1970 cuentan con una sólida presencia: Iparraguirre, Vera Scamarone o Yelinna Pulliti. Es un primer paso, una invitación a ingresar a un mundo que solo la ignota posteridad juzgará en sus precisos contornos.