Una de las primeras recetas que experimenté fue el almíbar de grosella roja, que tuvo mucho éxito en mi familia y me animó a practicar con otros almíbares y confituras. Con el tiempo, mis conocimientos botánicos aumentaban y la pasión crecía: fue este el periodo en que recolectaba hierbas y flores para luego desecarlas y elaborar tisanas e infusiones medicinales. Comencé con algunos licores digestivos sin mucho convencimiento, pero el inesperado éxito me animó a buscar recetas nuevas que añadir a las tradicionales sacadas de los libros de recetas de casa. En este libro he recogido las recetas que me han parecido más interesantes y fáciles de realizar en casa, y que en estos últimos años han tenido un mayor éxito.