es
Mona Kasten

Again. Empezar

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Antoniahas quotedlast year
    Había pasado años escondiéndome, viviendo tras una fachada falsa. Pero eso terminó nada más mudarme a ese piso. Buscando la libertad, había encontrado mucho más. Sabía que habría días malos, por supuesto. Pero también sabía que los instantes como ése, en los que mi corazón parecía desbordarse, harían que valiera la pena.

    Todo valía la pena
  • Antoniahas quotedlast year
    Kaden se agachó y abrió el transportín con un hábil movimiento.

    Mi única reacción fue mirarlo boquiabierta.

    —Me estás tomando el pelo —exclamé.

    —Shhh… Asustarás a Spidey —me dijo en un tono suave y grave.

    —¿Spidey?

    —En realidad lo he llamado Spiderman Junior, pero Spidey suena mejor. Vamos, pequeñín —lo llamó, frotando los dedos y chasqueando levemente la lengua.

    Me pareció imposible que aquello fuera en serio.

    —Kaden —dije en tono de advertencia.

    —¿Qué pasa ahora? —replicó arrugando la frente—. Siempre decías que querías tener un gato.

    —¿Que yo…? ¿Qué?

    —Que siempre me decías que querías tener un gato. Y por eso he pensado en regalarte a Spidey
  • Antoniahas quotedlast year
    —En realidad quería enseñarte primero el tatuaje. Y esperaba que al ver al gato los que aspiraban a la habitación se marcharían corriendo. Pero no sé qué debía de esperar. En realidad, me di cuenta enseguida de que no tiene sentido planificar tanto las cosas contigo, porque siempre acabas echando por la borda todos mis planes y todas mis reglas.
  • Antoniahas quotedlast year
    —«¡No lo abras hasta que yo haya llegado!» —leí en voz alta.

    ¿Qué significaba eso? Kaden no había mencionado que tuviera previsto venir a verme ese día. ¿Hasta cuándo tendríamos que esperar para saber lo que contenía aquella caja? Además, no era sólo que yo fuera impaciente, sino que encima él sabía perfectamente que lo era.
  • Antoniahas quotedlast year
    Kaden estaba frente a la puerta, con el anuncio que había colgado en los tablones de la universidad en la mano.

    —He oído que hoy se puede ver una habitación libre en este piso. Me gustaría optar a ocuparla.
  • Antoniahas quotedlast year
    Qué es esto? —susurré levantando la mirada hacia él. Kaden parecía casi desconcertado.

    —Tus palabras —respondió en voz baja. Tenía los ojos ensombrecidos, llenos de sentimiento—. Son las palabras que consiguieron que volviera a creer en mí mismo. Las palabras que me hicieron perder la razón, porque no comprendía que alguien pudiera verme como me ves tú.
  • Antoniahas quotedlast year
    —Te llevo debajo de la piel, Allie
  • Antoniahas quotedlast year
    .

    —Gracias por las fotos. Son increíbles —dije, y mi voz sonó exactamente como me sentía: conmovida, entusiasmada. Feliz.

    —Estás llorando —constató él, y por el tono de su voz me pareció que lo había dicho sonriendo—. Yo que me había propuesto hacerte sonreír… ¿Estás llorando para bien o para mal?

    Eso me hizo reír.

    —Para bien. Al cien por cien. Pero no me parece correcto que me dejes tantas fotos enmarcadas frente a la puerta y luego tenga que colgarlas yo sola. ¿No crees?

    Se oyó un ruido de fondo, luego un golpe y un taco alejado del móvil.

    —Perdona, me he levantado tan deprisa que he tropezado.

    Riendo, me sequé las lágrimas que me caían por las comisuras de los ojos.

    —O sea, que me lesiono y a ti no se te ocurre nada mejor que troncharte de risa —gruñó Kaden, aunque se le notaba claramente lo mucho que se había alegrado de que lo llamara—. ¿Dentro de diez minutos en tu casa?

    Lo propuso como una pregunta y yo asentí varias veces con la cabeza, hasta que caí en la cuenta de que no podía verme.

    —Me muero de ganas de verte —dije de todo corazón.
  • Antoniahas quotedlast year
    Por la mañana, cuando abría la puerta de casa, me encontraba siempre una pequeña sorpresa sobre el felpudo, Kaden me limpiaba el hielo del parabrisas y nos traía postre a mí y a mis amigos. Por la noche me llamaba por teléfono para preguntarme cómo estaba y cómo me había ido el día, manteniendo su promesa de hacerme sonreír a diario
  • Antoniahas quotedlast year
    Los ojos me ardían debido a las lágrimas, pero al mismo tiempo dejé escapar una carcajada de felicidad. Ese regalo era tan increíblemente atento, acertado, adorable y maravilloso, que no pude más que volver a repasar todas las imágenes de nuevo, acariciando los marcos. Nada me habría gustado más que poder colgarlos enseguida.

    Pero primero quise llamar a Kaden
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)