En las sociedades contemporáneas, las formas de comunicación, socialización e información cambian constantemente e influyen en los procesos de construcción social de la realidad. Los medios de comunicación, las redes sociales y los procesos de difusión masiva imponen concepciones sobre el bien y el mal, la seguridad, la ética, el delito y el delincuente, y además transforman la relación entre la criminología, la justicia y la política criminal; de este modo, generan procesos de control y reacción social mediados por los usuarios de estas fuentes, que tienen consecuencias reales sobre la comprensión de la cuestión criminal.
Esta obra desarrolla los problemas derivados de esa configuración social caracterizada por el consumo, el uso de la tecnología, la información ilimitada y la globalización, en una sociedad altamente compleja en la que predomina la incertidumbre, los cambios comunicacionales y la inmediatez. El libro presenta diversos puntos de vista sobre este problema: desde la creación de pánicos morales y el etiquetamiento del individuo como delincuente, hasta la selección del mensaje transmitido sobre el delito y la justicia desde el cine y los medios de comunicación.