Dónde estás, mundo bello

Si no fueses mi amiga, yo no sabría quién soy.

¿No hubo un momento en el que había significado algo para ella, estar viva, vivir? Pero ¿qué?

Estaba cansada, era tarde, iba sentada medio dormida en el asiento trasero de un taxi, recordando por un impulso extraño que allá donde voy, tú vas conmigo, y también él, y que mientras vosotros dos estéis vivos el mundo será bello para mí.

Porque mientras teníamos que estar reorganizando el repartimiento de los recursos del planeta y haciendo una transición colectiva a un modelo económico sostenible, andábamos preocupándonos del sexo y la amistad. Porque nos amábamos demasiado y nos encontrábamos demasiado interesantes.

Pero ¿cómo sería forjar una relación sin ninguna clase de forma preestablecida?

Se diría que existe la creencia, curiosamente inexplicada, de que las condiciones de explotación generarán por sí mismas una solución a la explotación, y que insinuar lo contrario es un gesto de paternalismo y superioridad, como el mansplaining. Pero ¿y si esas condiciones no generan la solución? ¿Y si estamos esperando en balde, y toda esa gente está sufriendo sin las herramientas para poner fin a su propio sufrimiento?

Alice decía que Eileen era un genio y una auténtica joya, y que ni siquiera la gente que la valoraba de verdad la valoraba lo suficiente.

Debemos intentar en cualquier caso construir un mundo en el que puedan vivir

l principio pensé: un ejemplo perfecto de esta «cultura libresca» superficial y petulante nuestra, en la que se margina a los no lectores como si fuesen moralmente inferiores, y en la que cuantos más libros lees, más por encima estás de todo el mundo.

Así es como va a ser el resto de nuestras vidas? El tiempo disolviéndose en una niebla densa y oscura, la sensación de que hace años de cosas que pasaron la semana pasada, y de que cosas que pasaron el año pasado fueron ayer