Esa experiencia pone de manifiesto, también, la importancia de “no ir al grano”. Esta expresión significa, en el lenguaje corriente, encarar directamente un tema. Por definición metodológica, el investigador no puede hacer esto cuando comienza la investigación porque desconoce no sólo “cómo hacerlo” sino “cuál es el grano” para el o los informantes. Este desconocimiento, sin embargo, puede ocultarse bajo la similitud formal entre las categorías teóricas y las categorías nativas. Por ejemplo, si en un barrio humilde cuyos habitantes identifican “cultura” con “alta cultura” se formula la pregunta “¿Cuáles son las manifestaciones culturales de este barrio?”, la respuesta será: “Ninguna”.
El descubrimiento de las preguntas significativas según el universo cultural de los informantes es central para llegar a conocer los sentidos locales.