El matrimonio repasó su lista de bienes:
Una casa.
Un automóvil.
Mil libras.
Una hija.
Pero la guerra les destruye la casa y el automóvil y el dinero lo usan para huir de allí.
Solo les queda un bien: una hija a quien casar.
En Inglaterra, en medio de la Primera Guerra Mundial, el matrimonio Spencer comprende que la única forma de mantener el nivel de vida al que están acostumbrados es emigrar a Argentina e intentar que su hija Harriet se case con su primo, Noah Bacon.
El azar, sin embargo, desbarata los planes. Un encuentro fortuito entre Harriet y Justin Bacon, hermano adoptivo de Noah, en el que ambos desconocen quiénes son, los lleva a vivir un romance inesperado.
En una época en que una hija podía ser considerada un bien de cambio, Harriet decide ser la dueña de su propia vida, la que tome las decisiones, la que pueda elegir, sin prejuicios, sin que la pérdida de la condición social de sus padres la presione, con quién quiere quedarse. No es fácil lo que tiene por delante y, como en la esgrima, algunos pasos la acercarán al objetivo y otros la harán retroceder, aunque no dejará nunca de saber que es ella misma la que debe decidir cada movimiento.
Malas intenciones, la primera novela de Anabella Franco, pone en escena una historia de amor singular, una historia de quienes tienen que decidir su propio destino, en vez de que sean los otros quienes dispongan de ellos como piezas en un tablero.