Karen es una fierecilla abandonada que ni siquiera sabe hablar cuando su tía Isabelle se hace cargo de la industria atunera que acaba de heredar, y descubre con sorpresa su existencia. Gracias al tesón y al cariño de Isabelle, la niña empieza a hablar y va a la escuela, pero se le diagnostica una suerte de autismo funcional. Ello no le impedirá llegar a la universidad o tener ideas brillantes para el negocio familiar, aunque sus comportamientos y puntos de vista chocarán siempre con las ideas establecidas y serán causa de situaciones embarazosas o cómicas. El relato de Karen, más lúcida que muchos de los que la rodean, reivindica la intuición y los sentidos frente a la razón, el derecho a ser diferente. Su particular sensibilidad no siempre es comprendida por los otros. Dura pero frágil, incomprendida y genial. Superando las limitaciones que su autismo le provoca y exprimiendo al máximo las ventajas —mínimas ventajas— que le otorga, Karen pasa de ser una niña salvaje, incapaz de hablar, a convertirse en la magnate más importante del mundo del sector atunero. Sabina Berman ha conseguido en su primer libro editado en España convertir todo lo anterior en un cuento, un bellísimo cuento para adultos que entronca con la literatura infantil por un lado y el realismo mágico por otro convirtiéndose en turrón y rosquillas endulzando nuestra vida y nuestras expectativas sobre los que tienen capacidades diferentes.