Numerosos estudios de investigación señalan que los seres humanos necesitan la naturaleza no solo para sobrevivir, sino también para prosperar. El tiempo que pasamos al aire libre favorece nuestra salud cognitiva, social, emocional y física. Por este motivo, se está haciendo cada vez más hincapié en la utilización de espacios naturales en el ambiente educativo. Este libro está dirigido a docentes de Primaria y también a todos aquellos que deseen dar su clase al aire libre. Las ideas que propone se basan en las propias experiencias de la autora con sus alumnos. La mayoría de las actividades y sugerencias son sencillas, y requieren una planificación y unos recursos mínimos. El aprendizaje fuera del aula abarca cualquier experiencia que tiene lugar al aire libre, ya sean juegos en el patio de la escuela, actividades por equipos, de aventura o de valoración y cuidado del medioambiente. Los educadores pueden dar un uso innovador a diferentes lugares y espacios que estimule a los alumnos a disfrutar, crear, innovar y aprender. Es solo una cuestión de costumbre, y habituarse a aprender en la naturaleza es más “natural” de lo que parece.