Un retrato de la incertidumbre colectiva de los primeros meses de la pandemia narrado con el maravilloso estilo de Nona Fernández, donde la memoria se vuelve protagonista una vez más. Quiero leer todo lo que ella escriba.
Sentí que estaba leyendo poesía, y el final, qué fuerte
¡¡Venceremos!!
Realidades que también vivimos a muchos kilómetros de distancia.
Altamente recomendable y las reflexiones que hace es aplicable a la realidad de todo Latinoamérica.