¿Hasta dónde se pueden extender los límites sin darse cuenta de que ya se es un ser marginal?
Esta novela existencialista y coral, rebosante de liminalidad, lo llevará a perderse en calles y bares de una ciudad parecida al Santiago que todos conocemos, poblada de seres solitarios, descarriados y tan nuestros, de mano de tres narradores en un recorrido lleno de borracheras, hipertextualidad y mitología donde encontrará princesas, la demostración de un teorema, un sapo, muchas preguntas, una osa, dos asesinatos, una grulla japonesa, pocas respuestas, varias sorpresas, un programita en COBOL, un toro e infinidad de yeguas, sin contar mucho alcohol, sexo y drogas.