ELLA —que nunca será mujer de un solo hombre— narra diversos episodios de su relación con cuatro hombres de distintas personalidades y actitudes ante el amor: «Aquel que podría haber sido» (pero que no quiso enamorarse); “Aquel que no hablaba” (porque era incapaz de expresar lo que sentía); «Aquel que nunca me perdonó" (cuyo amor, inmenso, nunca fue suficiente); y «Aquel que me confinó en su castillo” (y la ahogó en la rutina). Un ajuste de cuentas, en definitiva, con el dolor de la pérdida, pues todo fin de una pasión conlleva volver una y otra vez al pasado compartido para rescatar del naufragio algún rescoldo del antiguo fuego que salvaguarde la aurora de otros amores por venir.