Una de las preocupaciones centrales de este libro es exponer las vías de aprovechamiento de una información actual como fuente complementaria para el estudio del pasado mesoamericano, de tal manera que queden explícitos los escollos mayores del proceso de beneficio de datos, los peligros más graves en la utilización del material y las formas que otorguen al recurso metodológico una seguridad aceptable. Todo girará en torno al lazo existente entre el mito antiguo y el mito actual; y con la referencia pertinaz -que no única— a un importante personaje mítico: el tlacuache, que en la tradición mesoamericana es un animal casi casero, ladrón doméstico, pero al mismo tiempo dueño de secretos maravillosos, el viejo sabio apestoso que es capaz de recomponerse y resucitar. El tlacuache será el compañero en este viaje en el que se replantea el problema de las formas de persistencia histórica de la tradición mesoamericana. El tlacuache será el guía en la casa de los dioses.