El jefe de los francos era Carlos Martel, es decir, Carlos «el Martillo», por el coraje con que sabía golpear. Y, en efecto, el año 732, exactamente a los 100 de la muerte del profeta, venció a los árabes. Si Carlos Martel hubiera perdido en aquel entonces la batalla en los alrededores de Tours y Poitiers, en el sur de Francia, los árabes habrían conquistado seguramente todo el país junto con Alemania y habrían destruido los monasterios. Todos nosotros seríamos, quizá, mahometanos, como lo son aún hoy los persas y muchos indios, los árabes de Mesopotamia y Palestina, los egipcios y los norteafricanos.