Había una vez un abuelo que volaba… Y de su mano, iremos recorriendo cada zona de nuestra geografía prodigiosa; iremos reconociéndonos en la belleza. Con él beberemos las aguas frescas de la sabiduría indígena, podremos acariciar a las criaturas que pueblan nuestros bosques y vivier la aventura de lo cotidiano, que sabe a pan y pertenencia.
Detalles mínimos, aromas, colores, aires y música vuelan en la poesía de Minor Arias en este libro que, en cada página, se convierte en un canto a la esperanza y a la vida.