En este ensayo, el genial Raymond Chandler critica a los escritores que escriben novelas policiales como si hicieran chorizos, aquellos que han convertido al género policial en el lado B de la literatura. Con su particular humor, Chandler rescata las mejores herramientas para crear algo más profundo que un simple enigma y reivindica la obra de Dashiell Hammett, su autor más admirado, creador de los asesinatos más interesantes del mundo.