de todo el libro me quedé con uno, seguramente por razones personales. Claro que las razones formales, estilísticas, históricas que propician que un poema nos guste más que otro son también, en un punto, personales. O que, cuando un poema nos gusta “personalmente” es porque antes ha sorteado todas nuestras precauciones, restricciones y hasta prejuicios formales, estilísticos, históricos.