fe es el comienzo de todo gran éxito
Si Edison se hubiera detenido y simplemente hubiera deseado obtener el secreto por el cual la energía eléctrica es aprovechada para hacerla funcionar a través de la lámpara incandescente, ese producto de consumo para la civilización habría permanecido entre los diversos secretos de la Naturaleza. Se tropezó con el fracaso temporal más de diez mil veces antes de arrebatarle este secreto a la Naturaleza. Finalmente le fue entregado porque creía que así sería y siguió intentándolo hasta obtener la respuesta.
Edison descubrió más secretos de la Naturaleza (debieron haber sido llamados “milagros” en una época anterior) en el ámbito de la Física de lo que otro hombre lo ha hecho, y eso porque se familiarizó con su otro yo. Tengo su palabra en esto; pero incluso si no la tuviera, sus logros han revelado el secreto en su desarrollo.
Nada es imposible en el discernimiento para aquel que conoce y confía en su otro yo. Cualquier cosa que el hombre crea que es verdad, tiene una forma de volverse realidad.
Una oración es un pensamiento puesto en libertad, unas veces expresado en palabras audibles y, otras veces, expresado en silencio. He observado, a través de la experiencia, que una oración en silencio es tan eficaz como aquella que se expresa en palabras. También he observado que nuestro estado mental es el factor determinante para que la oración funcione o no.
Mi concepto del otro yo que he tratado de describir es que simplemente simboliza una aproximación recientemente descubierta a la Inteligencia Infinita; una aproximación que podemos controlar y dirigir a través del sencillo proceso de mezclar la fe con nuestros pensamientos. Ésta es sólo otra manera de decir que ahora tengo más fe en el poder de la oración.
El estado mental conocido como fe, aparentemente abre ante nosotros el sexto sentido, canal a través del cual podemos comunicarnos con fuentes de poder e información disponibles a través de los cinco sentidos físicos. El sexto sentido llega en tu auxilio para que hagas tu petición a un extraño poder que, vamos a suponer, es un ángel guardián que te abrirá la puerta al Templo de la Sabiduría. De hecho llega a ser algo cercano a un milagro. Y parece que lo es, porque no alcanzas a comprender el método mediante el cual funciona.
Esto sí lo sé. Sé que existe un poder o una primera causa o una Inteligencia que penetra cada átomo de la materia y adopta cada unidad de energía perceptible por el hombre. Esta Inteligencia Infinita convierte las bellotas en robles, hace que el agua descienda por la colina en respuesta a la ley de gravedad, que el día siga a la noche, el verano al invierno, cada uno conservando su adecuado lugar en relación con el otro. Esta Inteligencia puede ayudar a transmitir nuestros deseos de forma concreta o material. Yo sé esto porque lo he probado y vivido.
Durante muchos años he mantenido el hábito de hacer un inventario personal una vez al año, con el propósito de determinar cuántas de mis debi