En un día señalado por los ciclos sagrados, tres de los dioses antiguos, llamados Elementales, se reúnen para despertar a sus dos hermanos menores: Arcana y Bran. Estos juran lealtad al Equilibrio de Onhyria, pero lo que en un principio parecía un juramento sencillo de cumplir se va convirtiendo en una prueba de fuego cada vez más difícil de alcanzar. En el momento en que por culpa de unos y otros se rompe el pacto de lealtad, un nuevo ser aparece en escena, una antigua deidad de la destrucción: la diosa del Égregor. Los Cinco Elementales, ahora confrontados y desunidos, no tendrán más remedio que buscar ayuda entre los mortales (los efímeros) para vencerla. Entre ellos aparecerán siete elegidos, los siete Eternos de la profecía, los únicos que, uniendo sus fuerzas, serán capaces de restablecer el Equilibrio.