José Emilio Pacheco cuenta las cosas de la vida con transparencia. Tal como parece que son. Sin embargo, hay una oscuridad en el fondo –histórica, psicológica, mítica, fantasmagórica–, una alevosía que tuerce nuestros destinos y nos hiere para siempre. Así, "El principio del placer" no es solamente el comienzo de la experiencia y el gozo, sino también el domeñamiento de los inocentes por parte de aquellos que ya perdieron las esperanzas. Y los hechos históricos de antaño se confunden con las fabulaciones personales y se encarnan hoy, entre nosotros...