Barcelona, 1771. La joven Constança Clavé, de dieciséis años, deja la lejana ciudad de Lima tras la muerte de su padre, un diplomático al servicio del virrey Manuel de Amat, para iniciar un largo periplo hasta Barcelona y reunirse con sus abuelos. Lleva paisajes, gustos y texturas grabados en la memoria, y viaja con su única herencia: el cuaderno de recetas de quien fue su primer maestro en la corte peruana, el chef Antoine Champel. En Barcelona, Constança sueña con convertirse en una gran cocinera, aunque su condición de mujer le cerrará muchas puertas. No obstante, se abrirá paso con coraje y pasión entre las calles de una ciudad convulsa, moviéndose entre los grupos que llaman a la revolución y aquellos otros que frecuentan salones más refinados y exquisitos: una esfera de poder donde se mueven personajes fascinantes, como el que fue considerado el primer gastrónomo de la época, el barón de Maldà.