—Debido a que la apatía, la ley del menor esfuerzo, el conformismo, es denominador común. Para las personas triunfadoras, visionarias, creadoras, lo que muchos calificaron de imposible fue dimensionado por ellas como alcanzable: imaginaron lo que deseaban, lo vieron logrado en su mente y comprometieron todas sus capacidades, su entusiasmo, en la tarea; se prepararon, estudiaron, analizaron los caminos y finalmente trabajaron con denuedo; perseveraron sin desmayo y se adueñaron del logro.