En un entorno de naturaleza agreste y de relaciones salvajes, la protagonista de Sanguínea entra y sale de cavernas y de cuerpos, de espacios fantasmales habitados o deshabitados, de vínculos atravesados por la pérdida, la negación del futuro y la desesperanza.
Sanguínea es el registro de su flujo de conciencia y de una crisis íntima: la historia de una mujer que se desliza sobre unos patines por caminos abruptos y trata de enfrentar una deriva amorosa, una inesperada e imposible maternidad y el más doloroso de los desprendimientos. Pero Sanguínea es también una novela de resistencia. De resistencia del cuerpo y contra el cuerpo. Una novela de revelaciones turbadoras. Una novela que grita.