es un texto personal porque es en el primero donde hablo sobre las tragedias que han marcado mi vida, pero en realidad todos mis textos son personales. «Feminismo sin cuarto propio» lo escribí sumida en una crisis depresiva que casi me lleva al panteón o al psiquiátrico. Perras de reserva lo escribí como justicia a mis pérdidas. Sí, ser Huesera me cambió la vida y como dice el rapero Lobo Estepario: A mí ya me mató el insomnio y estoy viviendo el sueño.