Cuando la gente acude al muelle del barco costero no gana nada, pero tampoco pierde, se queda igual que estaba, tal vez con una depreciación por desgaste de calzado. No es que le perjudique, pero pocas veces obtiene algún beneficio. Una experiencia especial, una visión para dioses, ¿alguna que otra verdadera bendición? ¡No, no!