Tras su paso por la política institucional, los autores revisan los postulados clave de la arquitectura contemporánea —su responsabilidad respecto a la sociedad—, para adaptarlos a las nuevas maneras de hacer política, que incluyen el feminismo como componente principal. Para ello, realizan un recorrido histórico y temático sobre el papel social de los arquitectos y los urbanistas hasta la actual era de la globalización. A partir de cuestiones como la vida comunitaria, la participación, la igualdad de género o la sostenibilidad, el libro identifica y analiza las vulnerabilidades contemporáneas de la arquitectura.