La pandemia trastocó el mundo. Niñas, niños y adolescentes sintieron el desamparo colectivo y sufrieron importantes consecuencias psíquicas, que persisten en el presente y seguramente impactarán en el futuro. Se han agravado manifestaciones ya existentes y han aparecido nuevas. Los profesionales han debido reinventarse en la clínica y en las escuelas, y posiblemente tengan que seguir haciéndolo a diario. Pero también será necesario ligar, zurcir los agujeros que quedaron, y trabajar las ausencias, los dolores y las angustias.
Este libro plantea ideas y propuestas surgidas en estos tiempos de incertidumbre y también narra experiencias. Reflexiona acerca del impacto de la pandemia y sus efectos en los diferentes momentos de la constitución psíquica, así como en las familias y en las escuelas, a la vez que señala el lugar de los profesionales de la salud mental y de la educación, cuando infancias y adolescencias quedan a la intemperie.