Los tratados de Bartolomé de las Casas son alegatos en favor de los indios. El más célebre de éstos, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, no fue publicado hasta 1552. De las Casas se interesa por las condiciones de los habitantes autóctonos del Nuevo Mundo y describe sus maravillas.
Así escribe, por ejemplo, sobre el tabaco:
son unas hierbas secas metidas en una cierta hoja, seca también, a manera de mosquete hecho de papel, de los que hacen los muchachos la pascua del Espíritu Santo; y, encendida por la una parte dél, por la otra chupan o sorben o reciben con el resuello para adentro aquel humo, con el cual adormecen las carnes y casi emborrachan.
Junto a pasajes como el anterior, con apasionadas descripciones del Nuevo Mundo, Bartolomé de las Casas reflexiona sobre la Conquista y sus secuelas.
Desde entonces el «genocidio» fue la idea de referencia a la hora de pensar en la experiencia americana.
Brevísima relación de la destrucción de las Indias sufrió en 1660 la condena del Tribunal de la Inquisición. Se le consideró «un libro pernicioso para el justo prestigio nacional».
El alegato de Bartolomé de las Casas cuestionó de manera incisiva y explícita los métodos, los procedimientos y las acciones violentas de la conquista española. Condenó también formas encubiertas de la esclavitud como las encomiendas. Denunció, además, el exterminio masivo de la población indígena, así como también alertó de los desastrosos efectos ecológicos sobre la naturaleza americana.