En 1945, un hombre se dirige a la prisión de Hamelin para ejecutar a doce criminales de guerra alemanes. Cincuenta y cuatro años después, Molin, un policía sueco jubilado que vive en el pueblecito de Härjedalen, muere violentamente asesinado; además, la policía descubre junto al cadáver huellas sanguinolentas muy extrañas. Un antiguo compañero de Molin, Stefan Lindman, viaja a Härjedalen para investigar y descubrir misteriosas conexiones entre la muerte de Molin y los colaboracionistas durante la segunda guerra mundial.