Para Dios, ser el soberano del universo no es un gran asunto … Debemos tener siempre presente la visión de Lady Juliana en la que Dios lleva en la mano un objeto pequeño del tamaño de una nuez, y que aquella nuez es «todo lo creado». Dios, que no necesita de nada, trae a la existencia criaturas completamente superfluas para amar y perfeccionarlas.3