Otoño

Hablábamos del referéndum y lo he pensado mucho desde entonces. Cuando el Estado no es amable, el pueblo se convierte en carne de cañón, me dijo. Un hombre sabio, tu abuelo.

El poder de la mentira, dijo Daniel. Siempre es seductora para quienes se sienten impotentes.

Imagino que, sea lo que sea que haya olvidado, está acurrucado muy cerca de mí, como un pájaro dormido.

Está bien que olvides, ¿sabes?, dijo Daniel. Es bueno. A veces es mejor olvidar algunas cosas. Olvidar es importante. Lo hacemos a propósito, para descansar un poco. ¿Me oyes? Tenemos que olvidar, o nunca podríamos dormir.

Es espantoso, joder.

Es espantoso estar literalmente al otro lado de sus ojos.

Ver dormir a alguien es un privilegio, se dice Elisabeth. Es un privilegio poder contemplar a alguien que está y no está presente. Verse incluida en la ausencia de otra persona es un honor y merece silencio. Merece respeto.

No. Es espantoso.

No nos queda más que esperar, dijo Daniel, que al final las personas que nos quieren y nos conocen un poquito nos vean como somos de verdad. En última instancia eso es lo que importa, y poco más

De cómo unos ojos que no son los tuyos te permiten ver dónde estás y quién eres.

Estoy cansada de no saber decir las cosas, dice su madre

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