Los lectores no deben tomar el título de este libro al pie de la letra. Su contenido está hecho de paseos por el negro y el blanco del piano y de la música, pero también por los campos íntimos de la confesión.
Con una vida intensa enmarcada por el arte, por la familia, por los recorridos y estancias en el extranjero, García Renart vino adquiriendo desde niña una visión del mundo que le ha permitido, con similar maestría, mover las manos sobre su instrumento, las piernas en un escenario de ballet, los labios en una cátedra y los dedos sobre un teclado de computadora del que salen páginas tan bien logradas como las que aquí se reúnen.
Pianista, compositora y maestra, aficionada a las artes ecuestres y plásticas, asistente a talleres de creación literaria, en los capítulos de este libro la autora vuelca su saber y su sentir no sólo con la sinceridad que ha sido una de sus cualidades, sino desde el centro de una voluntad creativa transformada en obra múltiple. Estas páginas valen no sólo por lo que su autora dice, sino por la forma en que lo dice.