Te seguiría dondequiera que fueras, mo fàil,mi destino.
Brenda Banner tuvo dos retos claros desde su adolescencia: convertirse en una reputada chef y conseguir el amor de James MacDougall. El primero lo verá cumplido gracias a su tesón y al apoyo de Dylan, tío de James. Al segundo renunciará voluntariamente en aras de la tranquilidad familiar. Su madre, cocinera en la residencia del clan MacDougall, se opone con tenacidad a una relación que solo puede hacer daño a Brenda ya que, en su estrechez de miras, «un futuro duque no se casará jamás con la hija de una sirvienta».
James, perseverante y seguro de sus sentimientos, se aleja de la mujer que considera el amor de su vida, esperando que madure y comprenda que no se puede luchar contra el destino. Sin embargo, cuando diez años después regresa para asentarse en Escocia, lo hace prometido a una millonaria americana, April Dillon.
Brenda, sacudida por imprevistos acontecimientos, se encontrará combatiendo contra los sentimientos que James le provoca mientras se forja una vida nueva y decide si merece la pena luchar por sus sueños.
Mercedes Gallego tiene una forma preciosa de narrar, te introduce en las escenas y consigue que seas un espectador más de lo que sucede entre Brenda y James. Me ha transmitido tantas sensaciones que me he enamorado, he llorado, me he enfadado con los personajes por ser tan cabezotas (sobre todo Brenda), pero las escenas de amor entre ellos, así como otros momentos hermosos que vivían juntos, ha compensado con creces todas las veces que me molestó que alguno de los dos dijera algo o tomara una decisión equivocada.
Ficción romántica