La personalidad del pensamiento, los sentimientos y la conducta de una persona, con un patrón más o menos persistente a lo largo de la vida, ha sido estudiada siempre.
De una manera científica se separa el sujeto a estudiar al igual que en la Edad Media se trabajaba el solimán y el aceite de vitriolo.
En esta primera parte de la obra se describen personajes tal como el alquimista los percibía en el pueblo o los ha comprendido en su larga ausencia, aprovechando para ello que el bosque se describe desde el exterior incluso mejor.
El léxico usado es andaluz con algunas particularidades locales de Ubrique.