La identidad de la Iglesia, que se mantuvo más o menos uniforme tal y como fue heredada de la Contrarreforma, ha entrado en crisis en el mundo contemporáneo, fragmentándose en múltiples identidades. De ello dan cuenta no sólo los estudios teológicos del periodo posconciliar, sino también, y de manera aún más evidente, la vida cotidiana de los católicos de México, Distrito Federal. El presente libro ayuda a comprender la crisis y los procesos de reconfiguración de la identidad eclesial, en tanto identidad colectiva. En el mundo occidental las identidades se han tornado sumamente dinámicas, precarias, frágiles y heterogéneas, perdiendo aquel halo de eternidad, inmutabilidad y sacralidad de la que estaban revestidas. La Iglesia está hecha de estas mismas identidades y ha sido afectada por las mismas dinámicas y tendencias que experimentan las identidades individuales y colectivas, por lo que el presente estudio posee una utilidad doble: como análisis sociológico de las identidades individuales y colectivas de los católicos de la Ciudad de México, y como aproximación a la fragmentación de las identidades eclesiales.