Antología poética

Yo la quie‍­ro hasta el fondo de todos los abis‍­mos,

hasta el úl‍­ti‍­mo vuelo de la úl‍­ti‍­ma ala,

cuan‍­do la carne toda no sea carne, ni el alma

sea alma.

¿Qué simbiosis se establece entre el objeto y uno mismo? ¿Por qué la posesión de lo superfluo enaltece el ánimo como una conquista?

Y encuentro a Dios, a veces,

en la luz de una tarde como ésta,

que besa con la yema de sus dedos los párpados cerrados

Fui el primero —hasta el último—

en ser amor y olvido,

ni amor ni olvido.

(Porque soles opuestos…

Siempre el mismo y distinto.

En las hojas del tiempo

esa gota del día

resbala, tiembla.

la escritura es nada más un testimonio de lo que pasa, jamás un acto premeditado.

Y será como el que tiene hambre y sueña, y parece que come, mas cuando despierta, su alma está vacía…
Isaías (29, 8)

amor une cuerpos.

En silencio se van llenando el uno al otro.

Cualquier día despiertan, sobre brazos;

piensan entonces que lo saben todo.

Se ven desnudos y lo saben todo.

conocía muy bien el precio de estar en la vida y que al afirmarse en la escritura, afirmaba al mismo tiempo su ser en el mundo

aventura del poeta es optar por la honradez humana en un tiempo deshonrado, como afirmó él mismo al recibir en 1959 el Premio Chiapas.