Travesía del manglar

Travesía del manglar es la única novela de Maryse Condé que se sitúa enteramente en su tierra natal, la Guadalupe

La noche no está hecha para dormir en un lecho como una rueda de carreta sumida en el lodo de un campo de caña. Está hecha para soñar despierta, la noche. Está hecha para revivir las pobres dichas de los días

Idea loca, idea insensata, pues iba a regalarle la vida y el amor a alguien que no esperaba más que la muerte

¿Entonces, un escritor es un holgazán, sentado a la sombra de su porche, que ve fijamente la cresta de las montañas durante horas, mientras los demás sudaban sus sudores bajo el caliente sol del Buen Dios?

¿Habría entendido en el último momento que iría para que le agujeraran la piel por cuentos de blancos?

El pié-bwa, el árbol a la sombra del cual germinar

Nadie aceptará trabajar aquí. Pero yo te voy a ayudar. Yo te voy a ayudar.

estruendoso, violeta, que despeina. Tampoco me gustan los ríos, con su agua lenta y turbia

A los cinco años me fugué por primera vez. No podía entender que, para mí, no hubiera una mamá en algún lugar sobre esta tierra

No saben lo que significa salir ardiendo del vientre ya frío de su madre, decirle adiós desde el primer momento del mundo.