Matsui erigió un santuario de arrepentimiento en una colina de su ciudad natal de Atami, una localidad playera a unas 50 millas de Tokio, bajando por la costa.462 Mezcló sacos de arcilla traídos de las orillas del río Yangtsé con tierra japonesa del lugar para esculpir, hornear y vidriar la estatua de Kanon, la diosa budista de la clemencia. La familia de Matsui contrató a una sacerdotisa para que recitara salmodias y llorara por los muertos chinos de la guerra.