. Recuerda los elogios que te han dicho los demás. Por ejemplo: «Me siento genial cuando estoy contigo», «qué bien se te da cocinar», «tu pelo es superbonito», y puntúa de 0 a 10 cuánto te los crees. Después, fíjate en los que has puntuado bajo, 0, 1, 2, 3, 4 o 5, y hazte estas preguntas: ¿Por qué he puntuado tan bajo esos elogios? ¿Por qué los pongo en duda? ¿De qué me sirve cuestionarlos? ¿Qué pasaría si le diera más valor a esos elogios que me han dedicado? ¿Qué cambiaría en mí? ¿Qué pruebas tengo de que no son ciertos? ¿Cómo vería la vida?