me siento como en el ojo de un huracán, un sitio fantástico. Mientras ahí fuera todo sale volando y da vueltas, desde los árboles hasta las vacas, dentro todo está tranquilo. Un lugar donde sentirse íntegro. No quiero pensar en ello, así que hago algo que se me da muy bien.
Enterrarlo. Enterrar todos los sentimientos.