Sabían sanar, cuidar, acompañar, dar placer, gestar, dar a luz y cuidar a las hijas e hijos, todas ellas labores indispensables para la vida y sin las cuales los varones que dominaban a las mujeres no hubieran podido mandar, gobernar, hacer la guerra, ni siquiera sobrevivir más de unos cuantos días. No obstante, son labores fáciles de ignorar, que rara vez se mencionan, que se toman por seguras, que no hacen historia.